Entrevista a Carlos "El Pibe" Valderrama

Lujos del Periodismo. Entrevistar a Valderrama fue, para mí, que el fútbol significa todo (todo, todo; insito y desarrollo: todo lo que sé de la vida lo aprendí en una cancha de fútbol), uno de los más grandes momentos de mi (¿corta? ¿mediana?) carrera periodística. Gracias, Periodismo. Gracias, fútbol. Gracias, Pibe. 

El texto fue publicado en el Suple NO, del diario Página/12.

Todos los pelos el pelo

Es necesario dejarlo sentado de entrada: como todo el mundo, tiene dos ojos, una nariz, una boca y un corazón. Sin embargo, se corta solo por una particularidad que lo hace distinto a los demás: su pelo. Hablar de rizos dorados es ser injusto con su porra descomunal. Completan el semblante una anchoita oscura, el acento cafetero y un 10 en la camiseta. Cosas que hizo esa porra descomunal: ser el mejor jugador en la historia de un país de arterias netamente futboleras como Colombia. Y ahora, además, pasándose de jurisprudencia, ese mejor jugador de fútbol es actor. Carlos “El Pibe” Valderrama es actor.

“Siento que la gente en Argentina me quiere porque jugué bien al fútbol”. Y tiene razón. También se lo quiere porque, tras mantener su look personalísimo durante tantos años, más su ascenso canónico en el entramado de Internet, se ha convertido en una suerte de Chuck Norris del fútbol. Vale la aclaración: en esa lógica, René Higuita es nuestro Danny Trejo. Hombres queridos por su obra y agigantados por el paso del tiempo y la bilis cibernética. Héroes que, sin armas, con sus miradas de chacales, un quiebre de cintura o un Escorpión, pueden contra todo.

Valderrama vino al país para promocionar Por un puñado de pelos, el nuevo film de Néstor Montalbano. “Llegué a la película por sorpresa. Pensé que era una broma. Hablé con la familia, me encarreté con el director y cuando me llamó confirmé que era en serio”, dijo El Pibe. “Montalbano me dio la oportunidad de expresarme como soy”, agregó. En la ficción, el hombre de la porra descomunal hace de Nemesio, el alcalde del pueblo encargado de cuidar los recursos. Ahí tiene que proteger un agua bendecida que tiene la particularidad de hacer crecer el cabello. Sí, él, el de la porra descomunal, protegiendo un agua que hace crecer el cabello.

Actualmente, Valderrama maneja una academia de fútbol en Pescaíto, el barrio colombiano que lo vio crecer. Por otro lado, pese a que el 4 de febrero se cumplieron diez años de su retiro profesional, sigue participando de un torneo sub-50. “Lo mejor son los asados y la cerveza post partido”, dirá. Además, nunca se separó de aquella mítica selección que clasificó tres veces al mundial y que, en un punto alto, venció 5 a 0 a la Argentina –en el año 1993, y con Goycochea, Ruggeri, Simeone, Redondo y Batistuta en cancha- en el Estadio Monumental. “Lo que viví en la selección no lo voy a olvidar nunca. Nos seguimos viendo todos. Las empresas nos contratan una vez por mes para jugar contra sus empleados. Algunos están gordos, otros se mantienen”. La Selección Colombia, La Grande, contra empleados de cualquier empresa. Y más de uno se entusiasmará pidiéndole a su gerente resignar aguinaldo con tal de pisar el mismo césped que aquellas leyendas. Pero Valderrama quiere seguir actuando: “Si sale la oportunidad, vamos a aprovecharla”.

Por un puñado de pelos, la película en cuestión, cuenta la historia de Tuti Turman (Nicolás Vázquez) un joven millonario que sufre de alopecia. Por el festejo de los 100 años de su abuela, el portero de su edificio (Daniel Ferreyra, ganador del concurso Talento Argentino de 2009) deberá viajar a su pueblo donde, según la fábula del Santo Chapí, hay una cascada cuyas aguas hacen crecer el pelo. Al enterarse, el pelado Tuti se ofrece para llevarlo. Una vez allí, no sólo su cabellera volverá a tener frondosos pelos sino que verá una oportunidad para hacer dinero poniendo un centro de recuperación capilar. Para lograrlo, deberá lidiar con todos los personajes y creencias que desfilan en el lugar.

“Ustedes me cambiaron la vida”, dijo Néstor Montalbano que le dijo una generación entera. Es que Montalbano dirigió De la cabeza y luego Cha Cha Cha, dos de los ciclos televisivos hitos en la comedia local. Más tarde, después de su paso como director de Sábado Bus, volvería al humor con Todo por dos pesos. “La repercusión a mis productos llegan dos o tres años después. Es que si todos los diarios están diciendo ‘el delirante, ‘el loco’, ‘cine fumado’, hay un público que queda segmentado. Y en ese prejuicio, no le llegás a lo masivo”, menciona el director de Cómplices, Soy tu aventura, Pájaros Volando y ahora responsable de Por un puñado de pelos. “Recién estoy disfrutando de Pájaros Volando”, agrega Montalbano. “La gente es exigente en todos los aspectos y creo que la película va a gustar”, se suma El Pibe y asegura, asimismo, que le gustó mucho Soy tu Aventura.


Ante el advenimiento del mundial y dada la talla de un jugador de estirpe internacional, las charlas viran naturalmente hacia el fútbol. “Estamos optimistas con la Selección Colombia”, son las palabras que salen de la boca del 10. Por su parte, ve muy bien a la Selección Argentina (“ojalá salga campeona”) y su mayor deseo es que el título se lo lleve cualquier sudamericano “para que la fiesta no se la lleven los europeos. Si hay fiesta es para que la familia la goce”. El Pibe reconoce a Messi como “el mejor de ahora” pero lo diferencia de Maradona por ser “el mejor de todos”. Completa: “Con Maradona teníamos una asimilación, lo quiero mucho. En mi época, ver a un jugador como El Pelusa era muy difícil”. Y de nuevo, las porras descomunales. Aquella insignia que completó la magia de sus pies –¿lo recuerdan en la tapa del International Superstar Soccer Pro ’98 respondiendo al nombre de “Murillo”, no?- sigue siendo una rara avis en la palestra de peinados. “No me corto el cabello desde los quince años. Siempre lo tuve igual”. Menos mal. Si no, a rezarle al Santo Chapí que, como el Diego, como Valderrama, es el patrono de la buena vida y el cabello.

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