En contra de las películas de Resident Evil

MEDIO: Haciendo Cine
FECHA: Septiembre 2012
En contra de las películas de Resident Evil

En contra de las películas videojugabilísticas
Tenía que pasar. En ese cosmos amorfo y sin dueño que es la cultura pop, las adaptaciones, mutaciones, transformaciones, reinvenciones y tal están a la orden del día. Así sucedió desde Super Mario Bros. hasta Silent Hill. Sí, las versiones cinematográficas del mundo de los videojuegos, es sabido, son moneda corriente. Y en una coyuntura consumista tendiente a la adoración por la figura del zombie, las películas de Resident Evil son un paso en falso. Es que estamos hablando, probablemente, de una de las mejores sagas gamers de toda la Historia. Y, claro, para estar a la altura, le hacen falta mucho más que cinco adaptaciones que no le forjan honor. Ni al zombie ni a la obra maestra de la compañía Capcom. Por caso, tres de ellas son dirigidas por el “Anderson malo” –en efecto: Paul W. S.; el bueno, Paul Thomas- con resultados, en sí mismo, inestables. Resident Evil –videojuego- se esgrime como referente máximo de un sub-género, hoy, harto explotado: el de muertos vivientes. Resident Evil –cine- no es más que la intervención de la máquina de picar carne que se pone en marcha, en rigor, para ganar dinero y dar alguna que otra vuelta de tuerca pero pierde, en consecuencia, identidad. A las claras: para que no vuelva a suceder, a riesgo que aparezca la película de Tetris, digamos “stop!” ahora que somos unos cuántos. O, como ya sucedió con Sucker Punch, vomitemos que “sentirse adentro de un fichín no es jugarlo”. Sino que, con la entrada, nos pasen unos joysticks. | Por Hernán Panessi

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