Historia del cine: The Cool and the Crazy

MEDIO: Revista THC
FECHA: Noviembre 2011
The Cool and the Crazy

The Cool and the Crazy
Estados Unidos, 1958 / 78 min.
Dirigida por WILLIAM WITNEY

En los paranoicos años ’50, cuando Marlon Brando era sinónimo de libertad y rebeldía, y los bloques capitalistas/comunistas se debatían el dominio del mundo, el actor Scott Marlowe reencarnaría cual poseso la figura de Brando en gracia de personificar a Bennie Saul, un joven vendedor de marihuana entre los revoltosos malandrines de una áspera Kansas City. En The Cool and the Crazy, un clásico del propagandístico reefer madness donde una manzana podrida –el nuevo chico malo de la ciudad- contamina de virulenta influencia al resto del cajón –los escolares coetáneos-, se destacaría un objetivo central muy común por esos tiempos: asustar al mocerío en pos de evitar que se rodeen de la “gente equivocada”. Así, se desarrollaría con fuerza aquella propuesta iniciática de la década del ‘30, tremendamente constante en este tipo de filmografía: la marihuana es asesina, es la puerta de entrada para otros estupefacientes y con una pitada te deja enganchado de por vida. Pese a ello, si uno puede obviar estas referencias tan cursis como exageradas, entenderá que detrás de la proposición cheese de delincuencia juvenil hay un sólido guión y un buen reparto.
La película sigue siendo, aún hoy, una noble cápsula de la época, ya que allí se reflejan los ideales de los jóvenes en juerga, los peinados, la influencia de ídolos contemporáneos como James Dean y Dick Jones, los hotrods, el consumo de cigarrillos, entre otras referencias de esos tiempos, sirviendo como un preludio para la rebelión juvenil de los tormentosos y posteriores años ’60. / Por Hernán Panessi

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