Crítica La Reencarnación de los Muertos

MEDIO: Haciendo Cine
FECHA: Julio 2011
La Reencarnación de los Muertos

Theatricals | La Reencarnación de los Muertos
La vida después de la muerte

Esta última película de George Romero, La Reencarnación de los Muertos, poco aporta a su basta filmografía e incluso mancha la elegante aceptación, en la truculenta cultura zombie, de sus productos. Por Hernán Panessi

Las buenas películas de zombies, al margen de sus altas dosis de entretenimiento, siempre contuvieron en sí mismas mensajes explícitos, satirizaciones o lecturas corrosivas de la sociedad. Así pasaron, según la época en la que fueron filmadas, críticas al racismo, al consumismo, a la figura del ejército y la militarización, a la diferencia de clases y la paranoia post 11-S, y, más para acá, a la dependencia por las nuevas tecnologías. Ahora, George Andrew Romero, considerado por muchos el creador del arquetipo zombie en la cultura popular, hombre de una enorme sabiduría sociopolítica, regresa a poner su visión sobre la guerra y la moral con La Reencarnación de los Muertos (2009), una mixtura horror sci-fi de regular resultado.
La Reencarnación de los Muertos –cuyo nombre en castellano no guarda relación con el Survival of the Dead original- es la historia de un grupo de habitantes de una remota isla situada en alguna costa de Norteamérica, quienes descubrirán cómo los muertos se levantarán de sus tumbas en buscas de, claro que sí, carne humana. Al tratarse, en su mayoría de los casos, de seres queridos fallecidos, la gente deberá tomar una decisión: acabar con ellos o mantenerlos “con vida” hasta encontrar una posible cura.
Sujetada en ciertos aspectos de TV movie profana, conteniendo sus siempre destacables efectos especiales (con inevitable mención a Greg Nicotero) más algún que otro conveniente destello humorístico, a este film de Romero le cuesta funcionar en niveles básicos: será por su unidimensionalidad de los personajes principales, por los zombies exageradamente pasivos (en el colmo del género, aquí no estamos ante una survivor story), por los forzados giros de trama, y, por desgracia, debido a la acostumbrada visión del director por sobre las cosas que, según connota la circunstancia del guión, está demasiado alivianada. Dicen que Romero se sintió bastante vapuleado por las críticas a sus dos películas anteriores –La Tierra de los Muertos (2005) y El Diario de los Muertos (2008)- y por eso, finalmente, habría suspendido un poco la crítica social. Aunque, hay algo que es cierto: los mensajes siguen ahí pero, ahora, con una imprudente decisión de elevar exageradamente el nivel de comedia, la amenaza zombie se toma para las risas. Un poco de mutación estaba bien; pero tanto, molesta. De un extremo al otro en sólo noventa minutos.
Debido a su baja recepción, no fue estrenada en varios cines del mundo y fue a parar al mercado del directo a video. En consecuencia, y así lo marcan las imágenes gore mil veces vistas, es éste un buen momento para poner a descansar al género zombie por un tiempo. Eso sí, pese a altibajos como este, que conste en actas que la corona de campeón sigue y seguirá perteneciéndole al bueno de George A.

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