Entrevista a Santiago Segura

MEDIO: Revista Haciendo Cine
FECHA: Mayo 2011
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Entrevista a Santiago Segura

No muchas veces ha pasado que el público argentino, sobre todo el contemporáneo, sienta tanta devoción y empatía por un personaje venido de las entrañas del imaginario español. Paradigma de la guarrería y las chanchadas políticamente incorrectas, de la que sí es un adepto constante la localía, Santiago Segura, creador del monstruo José Luis Torrente, vino a la Argentina para presentar Torrente 4 en 3D. Por ello, aprovechando la ocasión, Haciendo Cine se dio el lujo de charlar largo y tendido con el mito, en pleno fervor festivalero –es invitado internacional del BAFICI- y en medio de tremenda vorágine mediática por conseguirlo apenas unos segundos… HC lo hizo posible, otra vez.

¿Te gustó cómo quedó el 3D de Torrente 4?

Sí, a mí me gustó. Como soy cinéfilo sé que en toda la historia del cine, éste ha competido con todo. Y, aún así, ha intentado ser el espectáculo que siempre ha sido. Cuando de repente aparece la televisión, la gente del cine se agarraba la cabeza pensando “este es nuestro final”. Sin embargo, empezaron primero con el Technicolor, el Cinemascope, el Cinerama, hasta el Odorama o el Sound Surround, son cosas que sacaron para competir con ella. De hecho, en los 50s, cuando sacaron el anaglifo la idea era competir. De la misma forma pensé “sería divertido poner la tecnología de punta en una película de Torrente”.

Ahora, filmar en 3D debió haber sido un quilombo...

Un quilombo de cojones. De hecho, hemos pagado un poco la novatada de ser los primeros.

¿En España ya había películas en 3D?

No, esta ha sido la primera. Además, la primera comedia europea en 3D es Torrente 4. De alguna manera es sembrar un precedente. Una cuarta entrega de una saga siempre es como un triple salto mortal. Vamos, ya lo diste, ahora tienes que dar el cuádruple salto mortal, sino la gente dice: “bueno, ¿y esto qué más me va a ofrecer?”. Estoy más que satisfecho con el 3D. Me he dado un rollo con la tridimensionalidad interesante.

¿Cuándo te pusiste a escribir Torrente 4?

La realidad es que sucede poco a poco. La gente dice “¿no hay Torrente 4? ¿Para cuándo la 4?” y ahí es como para planteárselo. La gente quiere. Primero saber que hay alguien esperando es positivo y luego saber que puedes hacer algo que te complazca a ti mismo. Lo he dado todo otra vez. He dejado la cabeza, el corazón y el alma en hacer esta puta mierda humorística. Y la gente se ha reído. Entonces empiezas a dar vueltas, a anotar en servilletas... es un proceso de 2 o 3 años. Desde que decidí hacer una cuarta han pasado 3 años, básicamente. Es curiosa la aceptación de una película: se nota con la aceptación que te piden la siguiente.

¿Con Torrente 3: El protector te pasó?

No, Torrente 3 no gustó tanto. Fue un gran éxito pero la gente fue muy crítica. En España la vio una burrada de gente: 3 millones y medio de personas. Me contaba Guido Rut, el tipo de Film Shark, el de ventas internacionales, que estuvo haciendo un cálculo aproximado de las descargas que podría haber tenido en toda Latinoamérica y dijo que habría 25 millones de descargas de la saga de Torrente. Se lo conté a Mario Pergolini y él me decía: “Imagínate un euro por cada descarga”. No, imagínate unos 0.50cv. de euro o 0.25cv. Hubiera sido maravilloso. Bueno, de alguna forma también vale para que te conozca la gente. Espero que ahora, por ejemplo, aquí en Argentina, que es un lanzamiento pequeñito pero, bueno, con 40 copias, un número importante, le vaya bien.

De cualquier manera 40 copias es un muy buen número. Pensá que un estreno nacional e independiente tiene unas, no sé, 15 copias, obvio que con una de Darín son muchas más...

Lógico, por eso, por una película como Torrente, sin cara de ningún tipo, que esté en 40 salas... bueno, estoy muy contento. También estoy preparado para escapar del país si es un fracaso.

Estuve en la función de prensa y los periodistas se cagaban de la risa...

¡Eso me han contado, que la gente se reía! Luego hicieron la función (N. de redacción: dice “pase”) para exhibidores, que son quienes sólo piensan en cuántos espectadores pueden ir y cuántos no, y salieron muy contentos. Así que estoy muy feliz. Es que como estoy acostumbrado a recibir ostias, estoy esperanzado pero siempre espero lo peor.

¿Pero cómo? Si en España les ha ido bien a todas...

No, es que las ostias –allí- han sido las críticas. La gente piensa que soy un anormal. Me ha dado ostiazos la crítica cinematográfica que le gustan las películas de directores acabados en...

(Interrumpo y por alguna razón estúpida no lo dejo terminar la frase) Igual quedate tranquilo que al espectador argentino le gustan las películas donde pasan cosas. Y en Torrente 4 pasa de todo..
.

¡Exacto! Además, no sólo pasan cosas en la trama sino que, te lo juro que a veces lo pienso, soy una especie de guerrillero del humor, porque me da lo mismo un chiste escatológico que un chiste de slapstick, de humor físico, de una cosa infantil así medio mema, porque funciono a todos los niveles.

Me encanta el detalle de los calzconcillos cagados...

Mirá si es un detalle que los ambienté yo mismo. Fui con maquillaje a ambientarlo porque las chicas de maquillaje nunca habían visto ese tipo de calzoncillos... (risas)

Santiago, ¿qué onda el Kun Agüero?

Impresionante, muy simpático. Bastante tímido al principio pero con la cámara adelante, se desató.

¿Sabías que es hincha del Club Atlético Independiente?

Sí, claro. Pues me han dicho que Independiente de Avellaneda es el equipo más parecido al Aleti (N. de redacción: se refiere al Atlético de Madrid, club español del cual es hincha Torrente).

¿Y por qué no apareció Lionel Messi?

Bueno, es que a pesar de lo que puede aparecer, digo: “yo quiero a Al Pacino y Robert De Niro”... es que a Messi no le conozco. Con Kun teníamos un amigo en común que me dijo: “A Kun le encanta Torrente”. O sea, con los torrentistas tengo más fácil acceso. Además los tipos vienen haciendo un favor, claro, porque ¿qué le vas a pagar a Arbeloa o a Sergio Ramos? (N. de redacción: jugadores del Real Madrid español). Pienso y digo: “a este tipo si por anunciar unas zapatillas Nike le pagan millones de dólares al año, ¿qué le voy a pagar yo?”. Entonces siempre les digo que les debo una y que si hacen una fiesta infantil, una comunión, un bautismo, por ahí necesitan un payaso y, bueno, ahí me presento yo. (Risas)

¿Cómo pensás que va a recibir el público argentino a Torrente 4?

Yo digo que toco madera cuando hablo de esto y pienso que bien. Pero no sé, por ahí de repente me llaman y me dicen: “oye, no fue nadie”, tampoco me extrañaría. Lo raro para mí sería que triunfara. Si se abarrotaran los cines y estarían todas las salas llenas... lloraría de emoción. También es cierto lo que me dijo Joaquín Sabina: (N. de redacción: pone voz de Joaquín Sabina) “aquí cuando te quieren, te quieren”. Y suerte que me quieren.

¿Tiene algo Torrente de argentino o el parecido es pura casualidad?

Pura casualidad. Le estaba diciendo a una chica, bueno, hay cosas muy castizas, muy locales, muy del español, eso de que “él puede hacerlo mejor”. O sea: si tu estás, de repente, poniendo un tornillo o clavando un clavo, hay un tipo al lado que está diciendo: “no, no coge así, hazlo de este modo”... ¡y eso es muy porteño! Es que el ser humano es miserable y mezquino, y Torrente es humanidad, o sea que toda la humanidad se puede identificar con algunos patrones comunes que, siempre lo digo yo: patrones comunes con los que hay que luchar. Tú no quieres ser un tipo xenófobo, pero alguna vez te sientes así, envidiando, despreciando, somos humanos, entonces hace gracia verlo tan excesivo en la pantalla. Para mí es un exorcismo, es liberador ver a un tipo recontra subnormal y que, sobre todo, en la calle, esos tipos son incómodos de ver e incluso son desagradables y no son humorísticos. Es una cosa cabrona, ¿no? En cambio, en la pantalla te puede hacer reír...

¿Cómo sería Torrente de vecino?

No, un hijo de la gran puta. Por eso cuando dicen “Torrente es grande”, y le pregunto “¿lo invitarías a cenar?”, bueno, me dicen: “suerte, suerte, chau”. Se llevaría la plata, se cagaría…

Hace poco veía por Internet un especial de la TV española donde contabas la historia de la mítica frase de “Tch, chinita, chinita”...

Estaba yo con un amigo comiendo en un restaurante chino y un tipo llama a una camarera oriental: “Chinita, chinita, oye, los cafés, ¿nos vas a cobrar los cafés? Quítame los cafés, esto va de invitación de vosotros, chinita”. No sabía dónde meterme del calor, de la vergüenza, pero daba risa también, entonces digo: “esto es bueno”. Las cosas que me dan vergüenza ajena y me parecen reprobables, pero si puedo verlas como de lejos, en una pantalla, en un cine lleno y reírme a gusto es un rollo de catarsis.

¿Y buscaste inspiración en alguien concreto para la creación del personaje?

La gente que está siempre con los lentes de sol en el interior me ponen nerviosos. La gente calva que se peina con la cortinilla. El bigotillo fascista ese finito que ya no está como de moda. Un cúmulo de cosas. Luego, para el vestuario de Torrente me gustaba mucho el de la serie Miami Vice. Quiero vestir a Torrente así. Los zapatos de rejillas. La camisa de mugre es alucinante. La pulsera electromagnética, esa pulsera que tenemos en España hace mucho y ahora veo que vuelven a encontrar una nueva pulsera, ahora para el equilibrio, ¡es la misma mierda! Esas son cosas absurdas, todos esos detalles no son de un tipo sino de muchos tipos. Hay cosas de Torrente que no me gustan, por ejemplo: mis manos no me gustan para Torrente. Me gustarían unas manos más morcilludas, con los dedos más gordos, con pelos en los dedos. Yo engordo, vale, pero hay cosas que no puedo hacer.

¿Estás más flaco en Torrente 4, no?

Es que sólo he podido engordar 22 kilos. Cuando uno envejece miserablemente, como yo, duelen las articulaciones, todo se descuelga, es muy triste. Luego de engordarlos hay que perderlos. Sólo he perdido 12 kilos y desde que estoy aquí he recogido otros 3. Se me ha olvidado un poco la dieta. Que los helados, que la pasta… menos mal que me quedo hasta el domingo.

¿Tenés notas planeadas para todos los días?

Sí, pero bueno… ya que me han traído los distribuidores, quieren aprovecharme. Uno de los secretos del éxito de Torrente 4 en España fueron las notas. El primer fin de semana salió una en la Variety o en Hollywood Reporter, donde la mencionaban como la sexta película más vista a nivel planetario. Y las otras cinco eran, pues, El Cisne Negro, (N. de redacción: se detiene y piensa cuáles) blockbusters que se veían en 30 territorios. Torrente 4 sólo se había estrenado en España. Me puse a dar saltos de alegría. Porque mi ilusión siempre ha sido competir en la misma liga que las superproducciones norteamericanas. Quiero que la orquesta suene bien, si tengo que hacerlo en 7.1, pues mejor. Es como esto del 3D, en la sala de al lado los tipos lo tienen todo. Perfecto, el personaje es cutre, grosero, pero quiero que la película sea impecable, porque estamos acostumbrados a un cine muy potente. Luego creo que las ventajas sobre estas secuelas que se hacen en Estados Unidos es que no son ni del mismo director, ni los mismos protagonistas, están hechas un poco sin alma. Cuando ves Piratas del Caribe 3 no entiendes nada, es un espectáculo que no sabes dónde va. Hollywood es durísimo: cuando tú te gastas 180 millones de dólares en la película, hay 15 ejecutivos con corbata que dicen: “no, esto no puede salir”, hay demasiadas mentes pensantes. En Torrente soy yo solo.

¿Cuánto salió tu película?

10 millones. Impresionante. Es duro. Mis inversores están un poco acojonados. La suerte de poder hacer algo exitoso es que confían en mí. Te aseguro que pocas veces habrá pasado en la historia del cine en España que llegue un tipo y pueda hacer una película sin mostrarle el guión a los inversores. Los tipos firmaron y luego se hizo la película. Ellos pensaron en que fuera algo bueno. A veces me río y me digo: “algún día, la quinta o la sexta la haré con un iPhone y lo recaudado será todo ganancia”. Esta película, pese a ser de las más vistas, fue de la que menos ganaron los inversores. Hice un juguete gigante y con él puedo hacer lo que se me canten los cojones.

¿Con el éxito de España amortizaron los gastos?

Sí, sí, ya lo hemos amortizado perfecto. Por ejemplo, estrenar aquí o estrenar en Uruguay… estoy como muy feliz. En el único sitio en donde yo sabía que tendría un gran éxito, porque fui a visitar a Del Toro por Hellboy 2 es en…

¡México! (interrumpo)

No, no, en Hungría. (Risas) Guillermo Del Toro me dijo: “Gordo cabrón aquí eres un héroe, todos los del equipo quieren hacerse fotos contigo”. Por Hellboy, pensé. “Que no, mierda, si no sales casi, es por Torrente”. Alucinante. Lo doblaron muy bien allí, creo que lo dobló un cómico húngaro. Tengo el DVD (N. de redacción: dice “deuvedé”) y me digo: ¡madre mía, qué cosa más surrealista! Y esta la van a estrenar en el cine también. Son mercados muy pequeñitos, pero bueno.

¿Y es real que se viene Torrente 5?

Estoy pensando en no esperar tanto tiempo. Estuve viéndolo a Capusotto porque todos los periodistas me lo mencionaban y, luego de eso, pase dos horas en YouTube viendo todo Capusotto. Me reí mucho, me pareció un capo. Me decía Pergolini que había oído que Alex de la Iglesia lo quería, pero bueno, ahora sí esto es como una carrera a ver quién llega primero. Te lo juro que pensaba: Capusotto en Torrente 5 sería mítico. Hace el tipo de humor que me gusta a mí: ridiculizar actitudes existentes.

¿Es cierto que están por hacer una remake en Estados Unidos?

Sí, con Sacha Baron Cohen. Mítico, yo le amo. Sacha es fan de Torrente y dijo que la quería hacer. Lo que pasa es que en este momento está con cuatro proyectos fuertes encima de la mesa, pero Torrente es uno. Los guionistas habituales de él estaban trabajando en un guión. Estoy muy ilusionado, le pediré un papelito, por supuesto, que me den ahí de malo.

Hace poco volviste a filmar con Alex (De la Iglesia)…

Balada Triste de Trompeta. Se estrena en Junio o Julio, creo. Hago un papel pequeño. Ahora ha hecho otra que se llama La Chispa de la Vida, que ahí hago un cameo, también.

¿Y con (Guillermo) Del Toro?

Le quiero como un hermano. Las últimos 3 Torrentes las he escrito con él al lado, porque es el único que me impone disciplina: “Gordo, ¿cuántas páginas llevas?”, “pues 2, vamos a comer…”, “no, hasta que no escribas 4 no vamos, eres muy vago, cabrón”. Él es quien ha visto todos los Torrentes antes que nadie, le pongo el primer corte y me sugiere cosas. En la 4 me dijo: “Gordo, esto está mal montado, no tiene ritmo, ¿quién es el montador? ¿Un anormal?”. El Gordo (N. de redacción: con Del Toro se dicen gordo mutuamente) es un tipo muy listo. Guillermo es uno de los tíos más encantadores que conozco. Es una bendición tener a un tipo así, tú sabes, lo que les pasa a muchos directores es que creen ser más listos que todos, y yo, como soy consciente, si tengo uno de esos dioses del cine, un ángel de la guarda, lo aprovecho. No conozco a nadie con más proyectos que él. Es acojonante. Lo último que ha hecho es ser asesor de montaje en películas. Por ejemplo: Megamind, esa con Will Ferrell, la montó él. “Gordo, le saqué 6 minutos, para darle ritmo…”, me dijo. Le pagan por asesorar. Tiene ocho guiones suyos todavía sin producir, adaptaciones de comics, produce películas… es una bestia. Lo pienso y digo: “Dios mío, este gordo cabrón, que tiene mi edad y todo, es un ser aprovechado, vale para algo”. Yo puedo hacer un Torrente cada 6 años, esa es mi función en la vida.

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